Cómo dejar atrás la sexualidad de rendimiento y reconectar con tu placer

¿Sientes que el sexo se vuelve una competencia de desempeño? No tienes que vivir así. La educación y los medios suelen poner el foco en el orgasmo o en “hacerlo bien”, dejándonos ansiosos y desconectados. Este artículo te acompaña a romper con esos esquemas: explora tu cuerpo, disfruta del momento y transforma tu relación con la sexualidad. Descubre cómo una nueva mentalidad puede despertar el placer real y la confianza en ti mismo.

Baja la velocidad

Durante la autoexploración, dedica tiempo a recorrer tus zonas erógenas como el cuello, los pechos, el vientre bajo y la parte interna de los muslos con las yemas de los dedos. Busca nuevas sensaciones y prueba distintos tipos de caricias. ¿Se siente mejor si pellizcas los pezones o si los ruedas suavemente entre los dedos?

Si estás con una pareja, evita ir directo a la penetración. Dedica toda la noche a besarse, acariciarse y explorar el cuerpo del otro con las manos y la boca, sintiendo cada sensación sin poner el objetivo en el orgasmo.

Sal de tu cabeza

Si notas que te distraes, cierra los ojos y haz un ejercicio de respiración: inhala contando hasta cuatro, sostén el aire siete segundos, luego exhala en ocho tiempos. Si sigues disperso(a), repítelo dos veces más.

Después pon atención al peso de tu cuerpo sobre la cama o la superficie, y a cómo se sienten las manos y la lengua, tuyas o de tu pareja. Concéntrate en el momento y disfrútalo sin prisas.

Mastúrbate

Masturbarte es una muestra de cariño hacia tu cuerpo. Cuando lo haces a solas, no tienes que “rendir” para nadie más ni temer decepcionarte. Sentirte bien contigo mismo(a) te ayuda a conectar mejor con tu sexualidad, incluso en pareja.

Toma un tiempo en un lugar privado y tranquilo donde puedas relajarte y disfrutar. Quédate completamente desnudo(a), acepta cómo es tu cuerpo al natural y fortalece así tu confianza sexual. Mastúrbate con la intención de disfrutar el momento, no de cumplir un “desempeño”. Prueba mirarte al espejo mientras exploras tus zonas erógenas, deja que surjan los sonidos y expresa lo que sientes. Libérate de prejuicios y sumérgete en el instante.

Cambia tu mente sexual

El sexo no tiene que ser perfecto, ¡y está bien! Lo que vivimos con una pareja suele ser distinto a lo que imaginamos. No importa cómo te ves, los sonidos o tu “performance”. Lo importante es tu mirada sobre el sexo y sobre tu propia sexualidad.

Párate desnudo(a) frente al espejo. Puedes sentirte incómodo(a) o tener pensamientos negativos—eso es normal. No los empujes ni los ignores; reconócelos y déjalos ir.

Frente al espejo, repite estas frases mentalmente o en voz alta:

"Controlo mis pensamientos, sentimientos y comportamientos sexuales."

"Me sale natural pedir lo que quiero o necesito en el sexo."

"Mi cuerpo es hermoso y mis genitales son normales y sanos."

"Explorar mi sexualidad es importante para mí."

"Me siento cómodo(a) y seguro(a) con mi sexualidad."

"Mi sexualidad es única, saludable y natural."

Dedica cinco minutos antes de tu ducha diaria para este ejercicio.